Hoy os traigo un chismorreo fresco directamente desde la última butaca del cine, donde he podido saborear (y a veces padecer) la última odisea de Marvel Studios: «The Marvels». En estos tiempos, en los que Disney parece querer exprimir el limón del superhéroe hasta la última gota, nos preguntamos: ¿sigue teniendo zumo esa fruta? (En Rotten Tomatoes en el momento de escribir este artículo, tiene un 62%… y se espera que sea la película menos taquillera de todas las de Marvel y que bata todos los récords negativos. De hecho ya está en ello.)
El MCU ha sido un viaje de auténtica montaña rusa, llevándonos a lo más alto con aventuras que quitan el aliento y, a veces, dejándonos caer en picado en la monotonía.’ The Marvels’ prometía ser la nueva joya en la corona de Disney, pero ¿el brillo se está apagando? Sin más preámbulos, acompáñame a desgranar esta nueva entrega que ha dejado a gran parte de la comunidad de espectadores con la ceja levantada (yo incluido).

La promesa de Marvel se desvanece
El estado actual del MCU es como ese viejo juguete que, aunque lo adoras, ya no luce tan refulgente en la estantería. Comparando con la frescura que supuraban cintas anteriores o las aventuras que nos enganchaban episodio tras episodio en Disney+ (tal y como hace Loki, magistral), «The Marvels» parece más un eco lejano de aquellos días de gloria que un grito de victoria. ¿Acaso estamos ante el enésimo (Ant-Man… fue la otra ovejita negra de la famila este año) síntoma de fatiga superhéroeica?
A ver, seamos honestos: si «The Marvels» fuera un plato, sería ese experimento culinario que todos hemos intentado alguna vez con gran entusiasmo y que, con demasiados condimentos sobre la mesa, acabas no sabiendo si te estás comiendo una lasaña o un brownie.
Nia DaCosta, cuya habilidad detrás de la cámara nos fascinó con «Candyman», parece haberse perdido en un mar de decisiones de producción más que en su propia visión creativa. El resultado es un guion que zigzaguea y una edición que parece haber sido cortada con un hacha más que con tijeras de precisión. Con esto, el viaje por el multiverso se asemeja a intentar seguir un GPS con mala señal en medio de un laberinto de espejos.

Luces y sombras en el multiverso de Marvel (ojo, aquí ya llegan spoilers)
El universo de Marvel es vasto, más de lo que la mayoría puede imaginar, y como en toda galaxia que se precie, hay estrellas que brillan con luz propia y agujeros negros que parecen tragarse la coherencia narrativa. En «The Marvels», encontramos esos destellos en la química entre Carol, Kamala y Mónica. El trío protagonista lanza chispas que, por momentos, iluminan la trama más que las explosiones de una supernova en CGI. Los momentos de acción, especialmente aquellos donde los poderes de nuestras heroínas se entrelazan, brillan con esa magia que nos recuerda por qué amamos a Marvel.
Pero no todo lo que reluce es oro… o vibranium. El uso de algunos personajes secundarios es tan malo que me recordó a ese momento en el que te regalan un puzzle de 5000 piezas y te das cuenta de que faltan piezas justo cuando has montado el borde.
Evaluación del impacto de ‘The Marvels’
«The Marvels» debería ser un hito, un nuevo alba en la saga de Marvel post-«Endgame» (qué ‘daño’ y qué alto dejaron el listón). Pero se siente más como un capítulo de transición que una revolución. Los nuevos personajes deberían traer aire fresco, pero a veces se sienten como si estuviesen atrapados en un loop temporal, repetitivo y sin salida.
Y luego está la inclusión de los X-Men que, aunque apenas es un susurro en esta película, promete ser el grito que despierte al MCU de su siesta. O al menos intentarlo.

Entonces, ¿merece la pena o no?
Al final, «The Marvels» es una mezcla compleja de aciertos emocionantes y errores que desatan un tsunami de dudas sobre la dirección que está tomando el MCU. Para los fans, puede que sea suficiente con ver a sus personajes favoritos kickeando traseros en la gran pantalla, pero para el espectador crítico, es como pedir un cóctel cosmopolita y recibir un zumo de naranja… sin hielo.
Salir del cine fue un ejercicio de reflexión (de hecho me quedé hasta el final de todos los créditos): ¿Es esta la Marvel que queremos? ¿Es esta la calidad a la que nos habíamos acostumbrado? Marvel Studios, pionero en el arte de tejer universos cinematográficos, parece haberse enredado en su propia telaraña multiversal. Pero como buenos fans, mantenemos la esperanza, esperando que la próxima aventura nos devuelva la magia y nos haga olvidar esta experiencia menos estelar. Porque al final, como en toda buena historia de superhéroes, siempre hay esperanza después de los créditos.
Marvel volverá… o eso espero
Y así, amigos cinéfilos, cerramos el telón de «The Marvels»—no sin antes recordar que, como buenos seguidores del MCU, somos más resilientes que un Nokia 3310. Hemos soportado invasiones alienígenas, guerras civiles superheróicas y hasta hemos sobrevivido al chasquido de Thanos. Así que, ¿por qué no íbamos a superar una película que ha decidido jugar al escondite con nuestras expectativas?
Espero que este viaje a través de la última entrega de Marvel os haya entretenido y, quizás, os haya dado ese empujón para ir al cine con las gafas de la nostalgia puestas y una palomita de maíz en la mano (o como yo, con unos pistachos en el bolsillo), listos para darle una oportunidad a este caos cósmico que tanto nos gusta debatir. Porque, al fin y al cabo, hablar de películas de Marvel es un deporte que practicamos con pasión.
Ahora es vuestro turno. ¿Qué os ha parecido «The Marvels»? ¿Está a la altura de vuestras expectativas o se ha quedado flotando en el espacio exterior?