Se ha anunciado la cancelación del E3 2023, dejando a la industria de los videojuegos con un sabor agridulce. Muchos, entre los que me incluyo, soñábamos con asistir al menos una vez, pero parece que el cambio en el panorama de la industria no nos dará esa oportunidad.
La situación no pinta nada bien, ni siquiera los organizadores del E3 se muestran optimistas. Stanley Pierre-Louis, CEO de la Entertainment Software Association (ESA), evadió responder sobre si el evento regresaría en 2024.
Estas fueron sus declaraciones:
“Estamos comprometidos a proporcionar una plataforma industrial para la comercialización y la convocatoria, pero queremos asegurarnos de encontrar el equilibrio adecuado que satisfaga las necesidades de la industria”, dijo Stanley Pierre-Louis. «Ciertamente vamos a escuchar y asegurarnos de que lo que queramos ofrecer satisfaga esas necesidades y, en ese momento, tendremos más información al respecto para compartir«
Cambios en la industria y el legado de Nintendo
La pandemia nos demostró que el mundo de los videojuegos puede sobrevivir sin el E3. Los desarrolladores y editores han encontrado formas de generar expectación sin la necesidad de invertir en grandes stands en un evento presencial.
Y como no, Nintendo fue pionera en este cambio, con sus exitosos eventos propios (Nintendo Direct) desde 2011. Ahora, casi todas las compañías de videojuegos, al menos las más importantes, han adoptado este más que aceptado formato para crear sus propios momentos de expectación, sin la necesidad de compartir el foco con otros.

El lanzamiento de consolas en la era digital
Por otro lado, la pandemia también nos demostró que se pueden lanzar nuevas generaciones de consolas sin tener que anunciarlas en eventos de terceros. La PlayStation 5 y la Xbox Series X/S se lanzaron en noviembre de 2020 y, a pesar de las limitaciones en su fabricación por la falta de componentes, han sido total un éxito.
Por lo tanto, ¿es realmente necesario un evento como E3 para mostrar nuevas consolas? Las compañías, tras los resultados obtenidos, lo tienen claro.
¿Quién necesita exposiciones en la era de las comunicaciones digitales?
Con la industria adaptándose al uso de herramientas como Zoom, Slack y Teams, parece que la necesidad de eventos presenciales para hacer negocios se ha vuelto obsoleta.
Y esto no ha venido de sopetón, ya que algunos de los grandes fabricantes de consolas ya venían alejándose del E3. PlayStation se saltó el E3 2019, Nintendo no participaría este año, y Microsoft decidió no estar en el piso de exhibición de 2023.
¿Un relevo en el horizonte y el fin de las convecciones en persona?
En ausencia del E3, Geoff Keighley creó el Summer Game Fest en junio de 2020, un evento digital que se ha consolidado como un espacio para anuncios similares a los del E3.
Y puntualizando, no se trata de que las convenciones presenciales estén muertas, pero el E3 ya no parece satisfacer las necesidades de la industria de los videojuegos. Hay eventos más grandes como Gamescom en Alemania, y en Estados Unidos, la Game Developers Conference y el Consumer Electronics Show siguen siendo relevantes a día de hoy.
La industria de los videojuegos ha evolucionado y el E3 ya no es el centro de atención que solía ser. La despedida es dolorosa, pero el mundo de los videojuegos seguirá adelante.