Francis Lawrence, el brillante director que llevó «Los Juegos del Hambre» a la gran pantalla, ha decidido no quedarse ahí. Ya que tenemos confirmada (y que esperamos con ansias) la próxima precuela de la saga («Los Juegos del Hambre: Balada de pájaros cantores y serpientes»), que será protagonizada por la talentosa Rachel Zegler.
Pero, déjame llevarte atrás en el tiempo, al año 2005, cuando este director nos dejó boquiabierto con su impresionante debut cinematográfico, «Constantine» (llegó a recaudar nada más y nada menos que 230 millones de dólares).
¿Quién podría olvidar la magnífica actuación de Keanu Reeves en este vehículo de acción y terror? Desde entonces, los fans (entre los que yo me encuentro) hemos estado clamando por una secuela de la película, que parecía que ya nunca llegaría. Pero las cosas han cambiado, vaya que si lo han hecho.

«Constantine 2»: el regreso anhelado que todos esperábamos
Recientemente, Francis Lawrence nos ha dado un rayo de esperanza, más allá incluso: una confirmación. En una entrevista con GameSpot, dio valiosa información a los lectores sobre «Constantine 2», que ha estado en desarrollo durante un tiempo considerable. Según Lawrence, el proyecto se vio retrasado debido a la huelga de guionistas y en la lucha por recuperar el control del personaje. Pero ahora, el equipo está otra vez en marcha, debatiendo ideas y planificando la historia.
«Keanu, Akiva Goldsman y yo hemos estado en reuniones… realmente esperamos hacer ‘Constantine 2’ y hacer una versión R real del mismo«, afirmó Lawrence con entusiasmo. Y es que, el director tiene cuentas pendientes con la clasificación de la película. Nos confiesa que la primera película fue injustamente clasificada como R (spor debajo de la NC-17, es decir, que básicamente es dirigida sólamente a adultos), a pesar de seguir todas las reglas para una PG-13. «Si tuviera que tener una R, realmente habría hecho una película con clasificación R«, aseguró Lawrence. Y es exactamente eso lo que planea hacer con la secuela: una experiencia más aterradora, más violenta y, definitivamente, una verdadera película R. ¡Estamos listos para ello, Francis!